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¿Qué suelo usar para las plantas de cannabis?

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Seleccionar el mejor sustrato para cultivar cannabis es una de las decisiones más importantes para cualquier persona que quiera obtener una buena cosecha, sin importar si está empezando o ya tiene experiencia. No se trata solo de usar cualquier “tierra”, sino de preparar el ambiente ideal para que las raíces puedan crecer bien, obtener los nutrientes y ayudar a que la planta aproveche al máximo su potencial. La opción de suelo más adecuada depende de varios aspectos como la variedad de cannabis, si cultivas al aire libre o dentro de casa y el clima de tu zona. En este artículo desglosamos los puntos clave para que tomes la mejor decisión y logres plantas sanas y productivas.

¿Cómo debe ser el suelo para plantas de cannabis?

El suelo para cannabis no es simplemente la tierra de jardín común. Es una mezcla bien equilibrada que aporta apoyo físico, nutrientes, buena retención de agua y permite que las raíces respiren. Piensa en el sustrato como la casa de la planta; si es cómodo y funcional, las plantas crecerán fuertes y sanas.

Ilustración de una raíz de cannabis saludable en suelo aireado y nutritivo, mostrando raíces ramificadas y absorción de agua y nutrientes.

El cannabis toma lo que necesita a partir del suelo donde crecen sus raíces. Si este suelo es de buena calidad, las raíces se desarrollarán mejor y podrán recibir agua y nutrientes que se verán reflejados en plantas más vigorosas, resistentes a enfermedades y con una cosecha abundante.

¿Para qué sirve el suelo en el cultivo de cannabis?

El sustrato cumple varias tareas básicas. Primero, da el soporte físico necesario para que la planta se mantenga firme y no se caiga. Sin una base sólida, la planta puede romperse o doblarse fácilmente.

También funciona como almacén de agua y nutrientes. Las raíces absorben del suelo los elementos que necesitan para crecer. La manera en que está compuesto el sustrato -su textura y los materiales añadidos- definirá qué tan fácil es para la planta obtener nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio y otros minerales. Además, un buen sustrato deja pasar el aire y drena el agua fácilmente, ayudando a evitar enfermedades por hongos o asfixia de raíces.

Tierra común vs. sustrato especial para cannabis

La diferencia entre tierra común y sustratos hechos para cannabis es muy grande. La tierra de jardín suele variar mucho en su contenido de nutrientes, pH y textura, y muchas veces es muy dura o no deja pasar bien el aire. Eso puede dificultar el desarrollo del desarrollo de la planta.

Ilustración comparativa de plantas de cannabis mostrando una en malas condiciones y otra saludable en diferentes tipos de suelo.

En cambio, los sustratos especiales para cannabis están hechos para ofrecer justo lo que esta planta necesita: mezcla suelta, aireada, buen drenaje, buen contenido de agua y pH controlado. Llevan materiales como turba, fibra de coco, perlita o vermiculita y a menudo incluyen nutrientes para el inicio del cultivo. La tierra normal puede usarse si eres muy experimentado y sabes cómo mejorarla, pero para la mayoría es más sencillo y efectivo un sustrato especializado.

¿Qué debe tener el mejor sustrato para cannabis?

Para que el sustrato funcione bien en el cultivo de cannabis, tiene que reunir varias características que permitan a la planta desarrollar raíces sanas y acceder fácilmente a todo lo que necesita. No es solo una cuestión de la cantidad de nutrientes, sino de cómo están disponibles y de cómo el sustrato retiene agua y aire.

Textura, drenaje y retención de agua

El cannabis prefiere sustratos ligeros y sueltos, nunca pesados ni muy compactos. Esto permite que las raíces se expandan fácilmente y tomen los nutrientes y el agua de manera eficiente. Si la tierra es muy dura o apretada, las raíces pueden “ahogarse” y crecer lento.

Un buen sustrato debe drenar el agua con rapidez para evitar encharcamientos y que las raíces se pudran, pero, al mismo tiempo, debe retener algo de humedad para que las raíces no se sequen entre riegos. Ingredientes como la perlita y la fibra de coco logran ese equilibrio al asegurar porosidad para el drenaje y retención de agua suficiente.

Nutrientes: macronutrientes y micronutrientes

El cannabis toma del suelo la mayoría de los nutrientes que necesita, tanto los principales como los secundarios. Los macronutrientes más importantes son nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). El nitrógeno ayuda en el crecimiento de hojas y tallos, el fósforo es importante para las raíces y la floración, y el potasio ayuda a la salud general y la producción de flores.

Los micronutrientes, aunque se requieren en menor cantidad, también son necesarios: calcio, magnesio, azufre, boro, hierro, manganeso, zinc, cobre, níquel, cloro y molibdeno. Un buen sustrato debe incluirlos, aunque es común adicionar fertilizantes a medida que avanza el ciclo de la planta.

Rango de pH ideal para cannabis

El pH controla si la planta puede absorber o no los nutrientes. El cannabis crece mejor en suelos con pH entre 5.8 y 6.3, aunque también se puede cultivar bien entre 6.0 y 7.0.

Si el pH es demasiado alto o bajo, la planta no podrá utilizar los nutrientes aunque estén presentes. Por eso se recomienda medir y regular con frecuencia el pH tanto del sustrato como del agua de riego. Si el pH es bajo, puede corregirse con cal dolomítica; si es alto, con azufre en polvo.

Diagrama que muestra el efecto del pH en la disponibilidad de nutrientes para plantas de cannabis con tres plantas en diferentes condiciones de pH y una escala que indica los rangos óptimos y problemáticos.

Microorganismos y vida en el suelo

Un sustrato fértil es un suelo “vivo”, lleno de microorganismos buenos que ayudan a la planta. Bacterias y hongos descomponen la materia orgánica y hacen que los nutrientes estén listos para que la planta los absorba. Además, protegen contra patógenos y refuerzan la resistencia.

El humus de lombriz y el compost son adiciones muy recomendadas, ya que aportan no sólo nutrientes sino también organismos vivos que mejoran la salud del suelo y las plantas.

Tipos de suelos y sustratos usados en cannabis

Al ver las opciones de suelos y sustratos para cannabis, nos encontramos con varias alternativas, tanto naturales como comerciales. Entender las características de cada uno ayuda a elegir mejor según lo que buscas y las necesidades de tu cultivo.

Tipos de suelos naturales

En el entorno natural, los suelos se clasifican en cuatro tipos principales basados en el tamaño de sus partículas:

  • Suelos arenosos: Con partículas grandes, drenan rápido y permiten que pase mucho aire, pero no retienen bien el agua o los nutrientes. Son fáciles de trabajar y oxigenan bien, aunque suelen necesitar riegos y fertilización más frecuentes.
  • Suelos limosos o fangosos: De partículas medianas, equilibran retención de agua y drenaje, y suelen ser ricos en minerales y materia orgánica. Por eso, son muy fértiles y apreciados.
  • Suelos arcillosos: Muy finos y compactos. Guardan mucha agua y muchos nutrientes, pero el drenaje y la aireación son pobres. Son algo difíciles de manejar y suelen ser recomendados para cultivadores avanzados que entienden cómo mejorarlos.
  • Suelos francos: Mezcla de arena, limo y arcilla, con materia orgánica. Tienen buen drenaje, buena retención de agua y textura suelta. Considerados los mejores por su equilibrio, aunque pueden ser más costosos.

Comparación visual de los cuatro tipos principales de suelos naturales con muestras de textura y iconos representativos en un diagrama científico.

Sustratos comerciales para cannabis

La mayoría de los cultivadores prefieren sustratos comerciales por su conveniencia y buen equilibrio de propiedades. Estos productos son mezclas preparadas listas para usar y suelen contener turba, perlita, fibra de coco, humus de lombriz o guano. Algunas marcas conocidas: Canna Terra Professional, Plagron All Mix, Biobizz All Mix y Top Crop Complete Mix.

Muchos sustratos comerciales están pre-fertilizados (p.ej., “All Mix”), lo que significa que contienen nutrientes para las primeras semanas, mientras que otros como los “Light Mix” están diseñados para plántulas o para quienes desean controlar toda la alimentación con fertilizantes líquidos.

Ventajas y desventajas de los sustratos orgánicos

Los sustratos orgánicos usan materia orgánica y actividad microbiana para liberar nutrientes. El proceso es lento pero constante y el sabor y aroma final tienden a ser más naturales. Normalmente no hace falta vigilar tanto el pH ni la conductividad eléctrica, y es menos probable una sobrefertilización. También son respetuosos con el ambiente.

Las contras: liberan los nutrientes despacio, lo que a veces ralentiza el crecimiento, y para usarlos bien hay que entender un poco de biología del suelo. Corregir problemas de deficiencia es más lento que con abonos sintéticos.

Sustratos inertes y activos

  • Sustratos inertes: No tienen nutrientes propios y retienen poco. Las plantas dependen totalmente de los fertilizantes que das con el riego. Ejemplos: fibra de coco pura, perlita, arlita (arcilla expandida) y lana de roca. Ideales para hidroponía y quienes quieren controlar cada aspecto, pero cualquier error en la nutrición se nota muy rápido.
  • Sustratos activos: Incluyen nutrientes que se liberan poco a poco según la descomposición de la materia orgánica. Ejemplos: turba, humus de lombriz, vermiculita. Son más fáciles para principiantes porque alimentan más tiempo a la planta y dan más margen ante errores.

Elegir suelo para cannabis autofloreciente vs. fotoperiódico

No todos los tipos de cannabis tienen las mismas demandas de sustrato. Las plantas autoflorecientes y las fotoperiódicas tienen diferentes ciclos y necesidades, y eso influye en la mezcla ideal de suelo para cada caso.

Diferencias entre las necesidades de las plantas

Las fotoperiódicas, que son las variedades tradicionales, dependen del ciclo de luz para florecer y tienen una fase de crecimiento vegetativo más larga, lo que les permite tolerar más nutrientes y recuperarse mejor de cambios o pequeños errores en el pH o la nutrición.

Las autoflorecientes florecen rápido y automáticamente, suelen ser más pequeñas y menos tolerantes a los excesos de nutrientes o a los trasplantes. Prefieren suelos ligeros, con menor concentración de nutrientes para no quemar sus raíces. Lo habitual es usar “Light Mix” o una mezcla ligera con turba, fibra de coco y perlita, sembrando la semilla directamente en el recipiente final.

Comparación de necesidades de plantas de cannabis según el tipo, mostrando una planta fotoperiodo grande en suelo oscuro y una autofloreciente pequeña en suelo claro.

En resumen, las fotoperiódicas soportan suelos más nutritivos (“All Mix”) y pueden trasplantarse con más seguridad; las autoflorecientes necesitan mezclas más ligeras y no llevarse estrés con los trasplantes.

Mezclas recomendadas de sustrato y aditivos

Muchos cultivadores preparan sus propias mezclas para ajustar el sustrato a las necesidades de la planta o las condiciones de cultivo. Aquí tienes algunos componentes habituales y sus funciones:

Componentes básicos en una mezcla casera

  • Turba: Retiene agua y tiene un pH bajo adecuado para cannabis. Suele ser la base de muchas mezclas.
  • Fibra de coco: Da aireación y retención de agua, además de equilibrar suelos compactos.
  • Perlita: Es muy ligera y aumenta el drenaje y aireación, impidiendo que el suelo se apelmace. Retiene algo de humedad.
  • Vermiculita: Mantiene humedad y ayuda a retener los nutrientes. Es complementaria a la perlita.
  • Humus de lombriz: Fertilizante natural lleno de microorganismos y minerales. Incluye nutrientes y mejora la estructura y vida del sustrato.

Aditivos comunes para mejorar

  • Coco: Ligereza y retener agua. Ideal para mezclas ligeras, sobre todo para autoflorecientes.
  • Perlita: Evita el exceso de agua y la compactación del sustrato.
  • Vermiculita: Suma retención de humedad y nutrientes.
  • Humus de lombriz: Nutrición natural y microorganismos.
  • Guano de murciélago: Rico en fósforo y potasio, útil en floración.
  • Cal dolomítica y yeso: Ajustan el pH y aportan calcio, magnesio o azufre.

Ejemplo básico de mezcla casera

  • 1 parte de vermiculita
  • 1 parte de fibra de coco
  • 2 partes de compost de buena calidad
  • ½ – 1 taza de humus de lombriz por cada recipiente
  1. Tamiza el compost y revisa que no tenga restos grandes.
  2. Hidrata la fibra de coco.
  3. Mezcla vermiculita y fibra de coco en un recipiente amplio.
  4. Suma el compost y el humus de lombriz, y remueve bien hasta que todo se combine.
  5. Verifica el pH. Debe estar entre 5.8 y 6.3. Ajusta agregando cal dolomítica si está bajo, o azufre si está alto.

Esta receta funciona para la mayoría de cultivos. Recuerda añadir fertilizante líquido a medida que la planta crece y especialmente en floración.

¿Tierra de compra o suelo casero?

Una duda común es si usar sustratos ya preparados o hacer tu propia mezcla. Ambas opciones tienen puntos a favor y en contra:

Tipo Ventajas Desventajas
Sustrato comercial Listo para usar, equilibrado, menos margen de error, ahorra tiempo. Más caro, menos control sobre cada ingrediente.
Sustrato casero Completamente personalizable, más económico, puedes ajustar a tu gusto. Requiere tiempo, algo de conocimiento y experimentación.

Cómo mantener un suelo sano

Un buen suelo necesita mantenerse y mejorarse continuamente. Aquí tienes algunos consejos útiles:

Preparación inicial

Antes de plantar, analiza el pH y la composición del suelo. Añade compost, humus, perlita o coco si necesitas mejorar la estructura, el drenaje o la fertilidad. Si el suelo es muy duro, agrega perlita y materia orgánica; si es muy arenoso, incorpora coco y humus.

En macetas, mezcla bien los ingredientes antes de sembrar. Si preparas “supertierras” cargadas de nutrientes, hazlo varias semanas antes de plantar para que el suelo madure y los microorganismos actúen.

Reutilización del sustrato

Se puede reutilizar el sustrato para ahorrar y cuidar el medioambiente. Entre ciclos, airea la mezcla, quita restos de raíces, añade compost, humus y algo de perlita o fibra de coco. Si tuvo enfermedades graves o plagas, es mejor no usarlo de nuevo salvo que se pueda desinfectar.

Prevención y control de plagas

Un suelo rico en microorganismos es más resistente a plagas. Observa tus plantas y el sustrato frecuentemente. Para proteger, puedes usar aceite de neem, propóleo, canela o incluso añadir insectos efectivamente controladores como mariquitas. Evita pesticidas químicos porque dañan la vida útil del suelo.

Cómo regar bien

No riegues en exceso ni te quedes corto. Riega solo cuando la capa de arriba del suelo esté seca. El agua debe llegar hondo para desarrollar raíces fuertes. Si tienes clima muy seco, coloca una capa de paja o gravilla para conservar el agua. Mantén el pH del agua entre 5.8 y 6.3.

Preguntas frecuentes

¿Debo cambiar el sustrato cada temporada?

No hace falta cambiarlo por completo siempre, sobre todo si ha estado sano y bien cuidado. Puedes reciclarlo si lo aireas, le quitas raíces y repones los nutrientes. Si el sustrato se ha compactado mucho o tuvo plagas importantes, reemplázalo.

¿Qué pasa si el pH del suelo está fuera de rango?

El pH fuera del rango ideal puede impedir que la planta aproveche los nutrientes aunque estén ahí, causando hojas amarillas, crecimiento lento e incluso la muerte de la planta. Por eso mide y ajusta el pH con frecuencia.

¿Se pueden usar fertilizantes sintéticos en cualquier suelo?

Sí, aunque son más comunes y fáciles de usar en sustratos inertes, donde todo depende de la fertilización externa. En suelos ricos, debes ser más cuidadoso para no sobrefertilizar ni acumular sales que puedan afectar la planta y el suelo.

Recomendaciones para elegir el sustrato

  • Piensa en la variedad (autofloreciente o fotoperiódica) y en si cultivas en interior o exterior.
  • Si eres principiante, usa un sustrato comercial “Light Mix” o “All Mix”. Para expertos, preparar tu mezcla casera es una buena opción y puedes ajustarla según necesites.
  • Revisa y ajusta el pH del sustrato y del agua regularmente.
  • Asegúrate de que el suelo tenga buen drenaje y permita que las raíces respiren.
  • Añade compost, humus o guano para mejorar la actividad biológica y la resistencia natural de las plantas.

El sustrato es más que “tierra”; es la clave del éxito en el cultivo de cannabis. Cuidar la base donde crecen tus plantas será el primer paso para una cosecha sana y abundante. ¡Éxitos con tu cultivo!

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Geschrieben von
Markus Weber

Ich bin Markus, ein 34-jähriger Innenarchitekt und leidenschaftlicher Heimwerker aus München. Nach meinem Studium der Innenarchitektur und mehreren Jahren in renommierten Architekturbüros habe ich mich entschieden, mein Wissen und meine Leidenschaft für kreatives Wohnen zu teilen.

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